sábado, 14 de enero de 2012
CRIPTA IMPERIAL VIENNA (AUSTRIA)
La Cripta Imperial (en alemán: Kaisergruft, pero generalmente se llama Kapuzinergruft "capuchinos" cripta ") en Viena, Austria se encuentra por debajo de la iglesia de los Capuchinos y el monasterio fundado en 1618 y dedicada en 1632. Es en la plaza Neuer Markt de la Innere Stadt, cerca del Palacio Imperial Hofburg. Desde 1633 ha sido el principal lugar de sepultura para los miembros de la dinastía de los Habsburgo.
Los cuerpos de los 145 derechos de los Habsburgo, además de urnas que contenían los corazones o los restos incinerados de otros cuatro, son depositados aquí, entre ellos 12 emperadores y emperatrices de 18 años.
El entierro 150 más reciente fue en 2011. Lo visible de metal 107 sarcófagos y 5 del corazón gama urnas de estilo puritano de llanura de exuberante estilo rococó. La Cripta Imperial es una de las principales atracciones turísticas de Viena.
A día de hoy, algunas de las docenas de residentes frailes capuchinos continuar con su función tradicional como guardianes y cuidadores de la cripta junto con sus otros trabajos pastorales en Viena.
CONSERVACIÓN DE LAS TUMBAS
A través de los siglos, la humedad constante, las variaciones de temperatura, y la gran cantidad de visitantes había un gran peaje en los sarcófagos. Cráteres de la corrosión, los agujeros y las lágrimas se habían desarrollado. Capas de las superficies horizontales había pelado, placas de base se había abierto paso, accesorios decorativos habían sido rotos o robados por los visitantes, el metal fundido absorbe demasiada humedad y la vanidad, y las cubiertas pesadas habían causado algunas paredes laterales para doblar o una cueva.
El primer esfuerzo importante restauración se llevó a cabo en 1852, pero era necesario seguir trabajando por 1956, cuando la Gesellschaft zur Rettung der Kapuzinergruft (Asociación para el Ahorro de la cripta capuchina) entró en vigor para informar al público del problema, recaudar fondos, y preservar y restaurar las tumbas.
Primero era necesario para crear más espacio y para deshumidificar la cripta. Después de la terminación de la bóveda de nuevo en 1960 y la transferencia de 26 tumbas de la desbordante bóveda toscana, el trabajo de deshumidificación podría comenzar. Además, un taller fue creado en el extremo sur de la bóveda de la Toscana, donde los artesanos altamente calificados pueden trabajar en las tumbas seleccionadas temporalmente se trasladó allí para la restauración.
En el año 2003 la remodelación de las instalaciones para los visitantes a nivel del suelo se llevó a cabo para crear una entrada de visitantes nuevos y hacer la cripta accesible a los minusválidos. La ruta de los visitantes también se modificó para que los visitantes ven ahora las tumbas en la secuencia histórica de entrar en un extremo y salen por el otro, en vez de tanto entrar y salir a través de una sola escalera que se encuentra en medio de la ruta. Lo más importante es la cripta todo era el aire acondicionado para que la humedad puede ser controlada.
La reparación y conservación de la obra artística se lleva a cabo en estrecha colaboración con los monjes, la Asociación, la Oficina de Monumento de Austria y de Viena Antiguo Fondo de Preservación de la ciudad.
PERSONAS ENTERRADAS AQUÍ
Los cuerpos de 145 personas (en su mayoría miembros de la línea gobernante de la Casa de Habsburgo y la Casa sucesor de Habsburgo-Lorena), además de urnas que contenían los corazones o los restos incinerados de otros cuatro, son depositados en una de las diez bóvedas interconectadas de la cripta Imperial.
Se incluyen 12 emperadores y emperatrices de 18 años. La sepultura más reciente, el del archiduque Otto, 150 y su esposa la Archiduquesa Regina, era el 16 de julio de 2011.
De otras familias hay 32 cónyuges, además de otras cuatro personas, 15 41 47 117 que han encontrado su lugar de descanso aquí.
La persona de más edad sepultado aquí es Archiduque Otto150, con edades entre 98 años y 7 meses. La más antigua de la próxima es su madre, Zita de Borbón-Parma147, la última emperatriz de Austria, a los 97 años. Varios murieron al nacer y más del 25% de los enterrados aquí fueron cinco años de edad o menos cuando murió.
EMPERADORES ENTERRADOS AQUÍ
1. emperador Matthias2
2. El emperador Fernando III27
3. El emperador Leopoldo I37
4. El emperador José I35
5. El emperador Carlos VI40
6. El emperador Francisco I Stephen55
7. El emperador José II42
8. El emperador Leopoldo II113
9. El emperador Francisco II57
10.El emperador Fernando I de Austria62
11.Archiduque Maximiliano, emperador de Mexico126
El emperador Francisco José de Austria
EMPERATRICES ENTERRADO AQUÍ
1. Anna, una consorte del emperador Mathias2
2. Maria Anna, de 22 años, consorte del emperador Fernando III27
3. Eleonora Magdalena, 19, consorte del emperador Fernando III27
4. Maria Leopoldina, 21 consorte del emperador Fernando III27
5. Margarita Teresa, 20, consorte del emperador Leopoldo I37
6. Eleonora Magdalena, de 32 años, consorte del emperador Leopoldo I37
7. Elisabeth Christina, de 36 años, consorte del emperador Carlos VI40
8. María Teresa, de 56 años, consorte del emperador Francisco I55
9. María Josefa, de 49 años, consorte del emperador José II42
10. María Isabel, de 50 años, consorte del emperador José II42
11. Elisabeth Wilhelmine, de 59 años, consorte del emperador Francisco II57
12. María Teresa Carolina60 consorte del emperador Franci II57
13. Maria Ludowika, de 58 años, consorte del emperador Francisco II57
14. Karolina Augusta, de 61 años, consorte del emperador Francisco II57
15. Archiduquesa María Luisa, emperatriz de France127
16. Maria Anna, de 63 años, consorte del emperador Fernando I de Austria62
17. Elisabeth, 143 consorte del emperador Francisco José de Austria142
18. Zita, 147 consorte del emperador Carlos de Austria.
TRISTE FINAL PARA UN AMOR SIN FINAL
En una noche de luna llena, instantes antes del amanecer, dos amantes se encontraron a la orilla del lago Tamaris. Solían verse todas las noches a escondidas, puesto que sus padres no podían permitirles verse el uno al otro. Tampoco podían pensar en comprometerse, pues hubiese sido lo mismo que arrojar las manos al fuego. Sin embargo, se conformaban con vivir esta mágica aventura que se repetía noche tras noche y parecía nunca terminar.
El hecho es que todos los días, muy temprano por la mañana -justo antes de salir el Sol-, nuestros queridos amantes se entregaban en un beso apasionado que les mantenía en un trance que duraba toda la mañana y hasta el día siguiente, cuando regresaban por más. Vivían ellos enamorados, encantados uno del otro, ignorando que a sus espaldas una terrible tragedia teñiría de rojo su dulce fulgor.
El amante, durante el día, ayudaba a su padre en los negocios de la familia. No era este un muchacho al que se le dieran fácilmente los números, pero contaba con una astucia que solo su padre podía igualar. Por las tardes montaba a caballo y en ocasiones solía asistir a una que otra reunión en la que su presencia no podía faltar.
La novia, por lo contrario, venia de una familia humilde que se encargaba de limpiar las caballerizas del lugar. Su padre había trabajado como mozo por mucho tiempo para la familia del novio, pero poco a poco su honor fue decayendo hasta quedar recluido en la penosa tarea de limpiar el estiércol de los finos caballos que aquella casa magna solía comprar.
Cierta noche, camino hacia el lago, el novio, sintió una terrible ansiedad de poseer a su amada no solo de noche, sino de día por igual. Sintió que el beso de aquella mañana ya no le satisfacía tanto como el del día anterior, por lo que pasó las siguiente semanas, casi como un fantasma, tratando de figurar una oportunidad de presentar a su amor ante los ojos de los demás. Sabía muy bien que no era tarea sencilla, pues su padre fácilmente podría mandarlo a encerrar por un tiempo o a su querida estrella mandarla a matar.
Estuvo el novio así varios meses hasta que un viejo amigo le sugirió el visitar una vieja bruja que vivía a unos cuantos kilómetros de su hogar. Fue así como él, fascinado con la idea de tener a su amor, le compró a esta señora, a cambio de unas cuantas monedas, la terrible solución que les voy a relatar.
-Dale de beber de este vino –dijo la frágil señora- y no olvides que toda la botella se tienen que terminar. Hasta la última gota y, cuando ya nada quede en la copa, vístela con seda blanca y en una yegua blanca hazla montar. Que galope toda la noche hasta llegar a las puertas de tu padre, quien la recibirá como un noble que pronto tú habrás de desposar.
La noche siguiente, según le había dicho la anciana, llevó la botella a su amada y pronto le platicó del plan. Bebieron hasta secar la botella. La envolvió con una fina capa de seda y en su mejor yegua le hizo montar. Le mando un último beso por aire y le obligó a cabalgar.
Llegó la mañana siguiente y de la novia no se supo más. El novio, afligido, recorrió el camino de arriba abajo por varias semanas más. Finalmente, una mañana, mientras él se encontraba buscándola como ya solía acostumbrar; encontró la capa de seda flotando en el lago en la parte central. Corrió entonces el novio, se lanzó a las frías aguas del lago y llegó hasta donde se encontraba la capa como si fuese esta un altar. Era la misma, no cabía duda, un leve aroma, aún impregnado en la ropa, de su más preciado amor aún se podía disfrutar.
Fue tanto su dolor, rabia y desesperación; que dejó de nadar y su cuerpo al fondo del lago se fue a depositar. Desde ese momento, él y su amada, flotaron todas las noches sobre la orilla del lago que alguna vez les viera besar.
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Imperial_Crypt,_Vienna & http://www.seriesyonkis.com/serie/historias-de-la-cripta/ & http://cuentosfunebres.blogspot.com
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