El Cementerio Novodévichi (en ruso Новодевичье кла́дбище, Novodévichiye kládbishche) es el cementerio más famoso de Moscú, Rusia. Forma parte del conjunto conventual del Monasterio Novodévichy, que data del siglo XVI, declarado en 2004 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fue inaugurado en 1898, cuando ya existían muchos enterramientos en los muros del monasterio. Uno de los primeros personajes notables en ser enterrado en el Cementerio fue Antón Chéjov, cuya tumba es un trabajo de Fiódor Shéjtel.
El cementerio alberga más de 27.000 tumbas, entre las que se encuentran las de distinguidos escritores, actores, poetas, científicos, líderes políticos y militares. Se asemeja a un parque, con pequeñas capillas y grandes conjuntos escultóricos. Es un lugar más para visitar en Moscú. Existe la posibilidad de solicitar un plano en la oficina del cementerio.
Novodevichi es un parque. Vida y muerte se encuentran unidos porque realmente así se debe concebir, las tumbas son tan diferentes unas de otras, auténticas obras de arte que muestran la personalidad de quien la mora. Y de repente, un pequeño banco delante de un túmulo. Yo sí acudiría a un cementerio como este, del que os dejo algunas imágenes porque realmente creo que sobran las palabras.
El ataúd con los restos del ex Presidente ruso, fue enterrado en una fosa cavada en la hierba, mientras se escuchaba el himno nacional ruso y el disparo de tres salvas de cañón.
MOSCÚ.- El primer Presidente de la Rusia post-soviética, Boris Yeltsin, fue sepultado hoy en el cementerio Novodevichi de Moscú, en presencia de dos ex presidentes de Estados Unidos y otros dignatarios extranjeros, según las imágenes difundidas por la televisión rusa.
Los restos de Yeltsin, quien falleció el lunes a los 76 años debido a una insuficiencia cardíaca, fueron enterrados en una fosa cavada en la hierba, mientras se escuchaba el himno nacional ruso y el disparo de tres salvas de cañón.
Justo antes de ser sepultado, su cuerpo fue mostrado por última vez al público. Su viuda, Naina, acarició la cabeza del difunto y dejó caer un pequeño objeto en el interior del ataúd. Sus dos hijas, Tatiana y Elena, también lo abrazaron
El Presidente ruso, Vladimir Putin, encabezó a las autoridades presentes, acompañadas por dignatarios extranjeros, entre ellos los ex presidentes estadounidenses Bill Clinton y George Bush.
En su camino al cementerio, el cortejo fúnebre se detuvo unos instantes ante el Kremlin, donde Boris Yeltsin ejerció la presidencia entre 1991 y 1999, precisó la radio Eco de Moscú.
El ataúd de Yeltsin fue portado por una guardia de honor tras haber permanecido expuesto desde la tarde del martes en la Catedral de Cristo Redentor, donde decenas de sacerdotes se turnaron para salmodiar a capella de forma ininterrumpida e incensar el féretro según el rito ortodoxo.
El cementerio Novodevichi es la más importante necrópolis de estadistas e ilustres de Rusia y de la antigua Unión Soviética.
La tumba de Yeltsin se encuentra en la plaza principal, en pleno centro del camposanto.
Emplazado en un área de 7,5 hectáreas, el cementerio se ubica junto al río Moscova, al suroeste del centro histórico de la capital rusa.
El camposanto -que en la época soviética estuvo bajo control de la KGB y que en la actualidad puede visitarse libremente previo pago de un euro- alberga unas 28.000 tumbas, muchas de las cuales son auténticos monumentos
ENTIERROS
Bajo el régimen soviético, el entierro en el Cementerio Novodevichy fue segundo en prestigio sólo para el entierro en la Necrópolis del Kremlin de pared. Desde la caída de la Unión Soviética, el muro del Kremlin ya no se utiliza para los entierros y el Cementerio Novodevichy se utiliza sólo para los entierros más simbólicamente significativos. Por ejemplo, en abril de 2007, dentro de una semana tanto en el primer presidente de la Federación de Rusia Boris Yeltsin y de renombre mundial violonchelista Mstislav Rostropovich fue enterrado allí.
En 2001 hubo un intento de mover la bailarina Anna Pavlova los restos hasta el cementerio de Novodevichy, de conformidad con sus solicitudes y después de una considerable controversia.
Oprimo la mejilla contra el embudo
del invierno, enroscado cual caracol.
«¡A sus sitios! ¡Quien no quiera,
que se aparte!»
Murmullos, ruidos, el trueno de una barahúnda.
«Es decir, ¿en “El mar está revuelto”?
¿En un relato,
que se enrosca cual cordón compresor,
donde se ponen en cola sin prepararse?
Es decir, ¿en la vida? Es decir,
en el relato
de cuán inesperado es el fin? ¿Sobre la risa,
el jolgorio, la confusión y las prisas?
Es decir, ¿que es verdad que se agita la mar
y se aquieta sin preguntarle al fondo?»
¿Eso esto el zumbido de las conchas?
¿Es el cotilleo de cuatro mosquitas muertas?
¿Arma estruendo la tapa de fuego
cual si hubiera reñido con su sombra?
Se elevan los suspiros de la boca,
en torno miran, y al punto… a llorar.
Y corren carretas con negro ronquido,
y en nube muy blanca galopa un audaz
Escrito por: Boris Pasternak (poeta, traductor y novelista)
Premio Nobel de Literatura
Fuente: www.taringa.net & www.wkipedia.org
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